Desconcierto legislativo en Protección de Datos
La deriva que adquieren diversas iniciativas legislativas, abiertas a uno y otro lado del Atlántico para reformar la actual regulación, aconsejan que el usuario tome medidas por sí mismo.
La Unión Europea y los Estados Unidos están cerca de alcanzar un acuerdo sobre protección de datos de carácter personal en virtud del cual puedan intercambiarse información de este tipo en el transcurso de investigaciones policiales y contraterroristas. El proyecto de Ley denominada “de Reparación Judicial”, introducido por el congresista Jim Sensenbrenner, permitiría en caso de aprobarse que los ciudadanos europeos pudiésemos litigar en los tribunales de los Estados Unidos ante el atropello, por parte de empresas norteamericanas, entre otros, de nuestros derechos a la privacidad.
Hay quien piensa que quizá sea esta una de las monedas de cambio que la Unión Europea ha exigido a la administración Obama en el marco de las negociaciones secretas sobre el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP), aunque por contra, muchos otros temen que el Acuerdo, en general, supondrá una unificación “a la baja” de los derechos de los ciudadanos, y que eso explica el interés de la Comisión Europea en mantener las negociaciones bajo secreto. Jean Phillip Albrecht, de la comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo ha dicho: “No vamos a permitir que se negocie la norma de protección de datos con el TTIP”.
También podría tratarse de una salida desesperada ante un probable bloqueo de la renovación del tratado de puerto seguro (Safe Harbor). Así, recientemente el Dr. Alexander Dix, hablando en nombre de la Autoridad de Protección de Datos Alemana ha manifestado que el acuerdo Safe Harbor está prácticamente muerto, a no ser que se limiten las interceptaciones ilegales de comunicaciones por parte de las agencias de inteligencia. Las consecuencias legales y económicas que conllevaría la no-renovación, serían catastróficas para empresas multinacionales que operan en la EU y en Norteamérica.
Conjeturas aparte, si sale adelante la iniciativa del congresista Sensenbrenner, los ciudadanos europeos, usuarios de servicios proporcionados por empresas como Facebook, Twitter, Microsoft, Google, Dropbox, etc., podemos dormir tranquilos. Ante abusos de nuestros derechos y maltrato a nuestra privacidad, podríamos tomar un avión a California, pagar la estancia en un hotel y contratar un bufete de abogados, porque tendríamos derecho a presentarnos ante un tribunal de ese estado norteamericano, para defendernos de tales abusos y maltratos.
Mientras el congresista Sensenbrenner se esfuerza en sacar adelante su proyecto de Ley en los Estados Unidos, en Europa el Reglamento General de Protección de Datos continúa su tortuoso camino, tratando de cerrar acuerdos entre veintiocho estados, capítulo a capítulo. Siguen existiendo fricciones entre ciertos requisitos del Reglamento y principios establecidos en la Directiva de Privacidad, aún vigente. A esto hemos de sumar el malestar de los prestadores de servicios de internet europeos, y las operadoras de telecomunicaciones, sensiblemente perjudicados frente al resto de la industria y prestadores norteamericanos, en cuanto a los requisitos de privacidad en el tratamiento de datos de sus clientes.
Ante el caos legislativo actual en esta materia, con un Reglamento Europeo de Protección de Datos que, tras más de tres años de debate no acaba de cerrarse, una Directiva Europea de Privacidad también bajo revisión, al igual que el acuerdo de Puerto Seguro, la mejor manera de proteger nuestro derecho fundamental a la privacidad es que seamos los propios usuarios los que tomemos la iniciativa, previniendo los abusos y los ilícitos sobre nuestros datos, nuestras opiniones, propiedad intelectual, etc.
Si no podemos confiar en que las grandes corporaciones jueguen limpio con nuestros datos, ni que los gobiernos puedan proteger eficazmente nuestros derechos, y por otro lado tampoco disponemos del tiempo ni el dinero para litigar en el estado de California, una opción sencilla y barata es usar Prot-On para proteger todo aquello que nos importa, mientras usamos esos fantásticos servicios de internet que hoy forman parte de nuestras vidas.